Muy apreciada en la cocina coreana por sus grandes hojas verdes, se utiliza mucho como envoltura comestible de muchos platos.
Tiene un sabor que recuerda a la menta o la albahaca.
También tiene toques de canela, anís y cilantro.
Las hojas de la planta también tienden a tener un ligero picor, similar al del jengibre. Aunque el sabor de esta seductora hierba es difícil de precisar, causa una impresión inmediata y puede elevar cualquier plato.
Tiene un sabor robusto que resiste a muchos sabores e ingredientes diferentes.
Se vende en envase compostable de 15 hojas.